Cuando el empleado se divorcia de la empresa

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Cuando el empleado se divorcia de la empresa

El Divorcio Laboral es ese momento en que el empleado está lo suficientemente desmotivado para irse de la empresa. El proceso inicia con un deseo de separación porque se puede sentir desvalorizado, sin rumbo cierto para su carrera, y por muchas razones adicionales; entonces comienza a ver para los lados, es decir, busca por fuera lo que adentro no tiene, y esto sucede a todos los niveles de la organización, lideres, gerentes, etc.

Continuando con la analogía del Divorcio, algunas parejas que tienen conflictos logran mantenerse juntos y recuperar la relación  haciendo terapia. Recuperan su felicidad, resuelven sus problemas, pero sobre todo aprenden a vivir juntos, utilizando sus diferencias para complementarse, más no para destruirse y salvan la relación.

Pero en el mundo laboral, no hay terapia. No hay un Coach In-House o Psicólogo que pueda apoyar con las incomodidades que comienza a experimentar el empleado. Algunos corren con la suerte de tener buenos mentores que los pueden orientar, pero es una minoría.

Perder empleados valiosos, como Key Talent y High Potentials tiene un costo monetario y emocional muy grande para la empresa. Los costos de reclutamiento, la pérdida de productividad por los empleados que se van, los empleados que se quedan cubriendo la posición vacante por meses con exceso de trabajo, crea vacíos en los procesos que van tocando poco a poco a muchas áreas de la empresa.

¿Qué precio tiene salvar relaciones laborales y evitar que las personas se vayan molestas de las empresas?

Esto es definitivamente un gran elemento para la retención laboral.

 ¿Por qué un empleado se quiere separar de su empresa?

Como sabemos, esto sucede por múltiples razones, por ejemplo, una mala relación con el jefe (es la principal), falta de oportunidades para crecer internamente, no tener el futuro claro de saber hacia dónde va la carrera, falta de reconocimiento, falta de capacitaciones, mentoring y coaching para continuar formando al personal, no tener proyectos interesantes en los que participar, problemas de relacionamiento con clientes internos o externos, reproches, discusiones acaloradas, perdida de negocios por mal manejo, mal ambiente de trabajo.

Cuando los empleados entran en esta espiral negativa, puede presentarse una disminución en la productividad, falta de compromiso, los procesos se ralentizan y los proyectos no salen a tiempo.

En conclusión, el empleado va perdiendo el amor hacia su trabajo y hacia la empresa; puede sentirse solo y con apoyo limitado, sobre todo cuando no hay la confianza para hablar con algunas personas clave como mentores, coaches o recursos humanos.

Un empleado descontento por largo tiempo puede comenzar a sentir rabia hacia la organización, y puede entrar en un ciclo muy negativo, porque comienza a criticar a la empresa, busca trabajo por fuera, y si no encuentra lo que quiere y el malestar interno continúa creciendo, se convierte en una manzana podrida que puede contaminar al resto al volverse toxico.

¿Son estos empleados recuperables?

Algunos si, otros no.

¿Es posible evitar el divorcio de sus empleados más preciados?

 ¿Como evitar que se vayan descontentos y dejen la empresa después de años de inversión y formación?

Al igual que en las relaciones de pareja, muchos divorcios se evitan con la guía y las estrategias adecuadas.

Hay parejas que buscan la ayuda de un Terapeuta cuando ya es demasiado tarde. En las empresas, en ocasiones, sucede lo mismo. Cuando se buscan estrategias para motivar a estos empleados, para algunos, ya es muy tarde.

Desde mi perspectiva, es importante implementar acciones que ayuden a los empleados a sentirse motivados, valorados, comprendidos y escuchados.

Una de las inversiones que más valora un empleado es el Coaching y los programas formales de Mentoring, porque sienten que la empresa se preocupa por ellos, que invierten en ellos y que con su Coach o Mentor pueden solventar muchas dificultades, para cambiar la perspectiva y la manera en que miran los problemas internos de la empresa, de su departamento, e inclusive comienzan a tener herramientas para tratar con empleados tóxicos o con un jefe difícil.

Muchas personas creen que el jefe puede ser el coach del empleado y esto no es así, el jefe puede guiar, orientar y coachear en algunos temas, pero hay cosas que los empleados no le pueden decir al jefe, y es por eso que la figura del Coach se hace indispensable para resolver múltiples temas que se van generando en el día a día.

Yo visualizo un cambio de mentalidad y evolución en los Departamentos de Recursos Humanos/Talento a través de la implementación de estrategias de liderazgo más robustas que incluyan Coaching en diferentes niveles de la Organización. Si bien invertir en programas de Capacitación es importante, el Coaching se ha vuelto cada vez más relevante, porque es precisamente una “guía personalizada” adaptada a lo que cada empleado necesita.

Es una gran solución que aportará muchos beneficios a los empleados y las organizaciones.

Para más información, escríbeme a: info@lauraaiello.com

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