Seguramente por las noches antes de conciliar el sueño, haces un repaso de cómo fue tu día, que hiciste, que dejaste de hacer, lo bien ó mal que se presentó y un sin fin de cosas que se te pueden pasar por la mente.
Lo ideal es definitivamente dejar lo negativo de lado y animarte a escribir en una pequeña libreta ó en tu agenda, una enseñanza, piensa en algo bueno que el día te haya dejado. Siempre aprendemos sobre lo que nos sucede, sobre lo bueno y lo no tan bueno, lo simple y lo complejo, y por muy malo que tu día se haya mostrado, algo recordarás y mejorarás tu vida de alguna manera.
Lo que llamamos una experiencia negativa es una etiqueta que le hemos puesto a esa situación basada en nuestro sistema de creencias. En ciertas ocasiones hay que vivir en la oscuridad para luego ver la luz…
Al escribir tu aprendizaje nocturno, es una buena manera de despedirte hasta el día siguiente, agradecer lo que viviste y confiar que seguirás viviendo un sin fin de aventuras, porque esa es la vida misma, un aprender que no tiene fin.
Al escribir, vacías, sueltas… y preparas tu mente y cuerpo para un agradable y profundo dormir.
Me despido deseándote que tengas una feliz noche.
Laura Aiello
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