Qué Rico Comer Sola!

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Qué Rico Comer Sola!

Esta frase te debe sonar extraña y por ese mismo motivo te invito a que continúes leyendo para que descubras la experiencia que recientemete viví y que deseo compartir contigo.

Con esta expresión no me refiero a cenar o almorzar todo el tiempo sin compañía, tampoco me refiero a lo que con frecuencia hacemos al sentarnos a desayunar un cereal por la mañana en la mesa de la cocina.

Es maravilloso disfrutar de una agradable comida en buena compañía, es divino! y es uno de los grandes placeres de la vida, sobre todo cuando se come en familia.

A lo que me refiero es hacer a un lado ciertos paradigmas relacionados con el “sentarse a la mesa sólo en un sitio público”. Si un día no tienes nada que hacer y te apetece, lánzate a la aventura de ir sólo/a a un restaurant sin pensarlo demasiado.

Recientemente decidí hacerlo, cenar sola en un restaurant un viernes por la tarde, no tenía nada que hacer y mi esposo saldría tarde del trabajo. Tuve una experiencia muy agradable, fuí sin expectativas y solo me dejé llevar por mi interés en comer algo rico y disfrutar del momento presente.

Me encontré conmigo misma, allí sentada sin ningún pensamiento en particular, disfrutando de mí; me observé deleitándome ante el color del cielo, el constante andar de las nubes, la gente y los carros pasar, en fin mi mente cansada sólo se distrajo plácidamente con lo que miraba a su alrededor (si te puedes sentar en una terraza al aire libre la experiencia es aún mas gratificante).

No me importó en lo absoluto lo que los demás pudieran pensar al verme allí sentada sola, ya que sus pensamientos no me incomodan y no pueden hacerme daño, de hecho ni me entero de lo que otros puedan estar pensando de mí, entonces para que ponerle energía en preocuparme por lo que los demás pudieran pensar? Definitivamente un paradigma que ya no me funciona.

Adicionalmente, cuántas personas a mi alrededor podían estar acompañadas pero en el fondo se sentían increíblemente solas? El estar con alguien tampoco te garantiza una buena velada… ya que como dice el dicho, en ocasiones es mejor estar sólo que mal acompañado.

Aquí les dejo mi reflexión sobre lo sabroso que puede resultar regalarse una cena con uno mismo un día que te encuentres sin planes. Recuerda que la vida está hecha de momentos y esos momentos son todos tuyos. Si no disfrutas de tu compañía ¿Quien lo hará entonces?

Aprovecha plenamente tu “ahora”sin importar en donde estés y sin lamentar que no tengas a alguien con quien compartir. Piensa en lo maravilloso de ese momento único y que pronto tendrás la oportunidad de compartir plácidamente acompañada de familiares, amigos y/o enamorados.

Te abrazo deseándote lo que tu corazón desee.

Laura Aiello

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